—No tardéis, ¿de acuerdo? —nos pidió Thaw.
—No te preocupes —le contesté.
—Será un visto y no visto —aseguró Kym.
—¿Seguro que no queréis que os acompañe Nahie?
—Cuanto más numeroso sea el grupo, más peligrosa será la incursión —le expliqué—. Parecería una excursión a la boca del lobo. Ya lo hemos hablado, Thaw
—Tenéis razón —admitió el mon calamari—. Pero si os descubren…
—Entonces mi protector deberá mostrar su valía —le tranquilizó Kym.