Así fueron mis sextas JEHES

Ya pasaron las sextas JEHES. A su término me embarga un sentimiento de tristeza porque ya concluyeron y me hubiera gustado haberlas disfrutado un poquito más, también de orgullo porque todo salió muy bien y estuvimos a la altura de lo que queriamos de nosotros. Ya quedaron para el recuerdo un montón de mágicos momentos y de otros no tan mágicos.

Así fueron mis JEHES…El sábado bien temprano ya estábamos allí muchos de los socios. Como de un montón de hormigas obreras ibamos de allí para acá dando los últimos retoques y preparándolo todo para la llegada de los visitantes más madrugadores. Se respiraba algo de tensión en el ambiente, lo normal en un momento como ese, y todos nos esforzábamos al máximo ayudando en lo que podíamos.

Yo por mi parte estaba con Ray y Nrike en la sala de la exposición de LEGOs terminando algunas cosillas y adecentando un poco la sala.

El primer momento sentimental del día fué ver la foto que Wedge había escogido de las primeras JEHES para poner en el exposición de fotos de 10 años de HoloRed. Era la foto de dos visitantes, un algo más joven troncha junto conmigo. Aquello, como díria Wedge, “me tocó la patata”.

A eso de las 11:00 abrimos la expo y empezaron a llegar los visitantes y fué cuando entraron los primeros niños en la sala cuando recordé porqué hacemos las JEHES. Sus caras se iluminaban como en una mañana de 6 de enero cuando ven los regalos de reyes. Eran momentos mágicos que me llenaban de satisfacción y orgullo.

Caras nuevas y caras viejas, amigos mios, amigos de HoloRed, mayores y pequeños muchas han sido las personas que pasaron por nuestras JEHES y disfrutaron como siempre de nuestra pasión por Star Wars.

Al mediodia llego el que para mí fué sin duda mi mejor recuerdo de estas JEHES. El sábado decidimos quedar todos juntos para comer y pasar un rato juntos al margen del estres de las JEHES. Las cosas no empezaron especialmente bien, porque, como siempre, no nos poníamos de acuerdo de donde ir. Nos separamos en tres grupos y parecía que no ibamos a conseguir comer todos juntos. Pero al final la voluntad de la fuerza se impuso, algunos antes y otros un poco mas tarde, todos acabamos a la sombra de la Torre de los Perdigones almorzando juntos, compartiendo lo que llebabamos y echando unas risas. Casi el 80% de los socios pasando un rato en hermandad. HoloRed es grande y lo es por sus socios.

Por la tarde hubo una mayor afluencia de público, la ubicación del centro cívico era inmejorable y había mucha gente paseando por la Alameda que se pasaba a ver que era lo que había allí.

Esa tarde me tocó enseñar los caminos de la fuerza en la escuela Jedi. Acompañado por los exelentes padawanes Nalatac y Yebra impartimos un poco del conocimiento Jedi a los más pequeño. Al final de la clase, apareció un poderoso Sith al que la pequeña jauría casi apalea, pero Kuro es mucho Kuro y supo mantenerlos a raya. Muchas gracias a los tres.

La tarde pasó entre sables laser, Jedis y Sith y con una hermosa Leia esclava.

Y llegó la noche y uno de los momentos más espectaculares, las coreografías. En esta ocasión había un pequeño papel reservado para mí en el que deteníamos al maestro Sith en mitad de la Academia Sith. Claro que ninguno caímos en que iban a hacer esos jóvenes aprendices, impulsivos y pringados de lado oscuro, cuando aprendiesemos a su maestro. Así que nos llebamos más de un palo, por la espalda mayormente.

Las coreografías fueron, como ya es costrumbre, espectaculares.

Y así terminó el día. Exhauto emprendí el camino a casa y dejé todo en manos de mis compañeros, porque al día siguiente compromisos familiares me impedirían estar dando el callo. Por lo menos durante la mañana.

El domingo, una vez solventados mis compromisos, aparecí allí sobre las 19:00. La mañana según me comentaron fué muy tranquila, incluso más que la del día anterior. Pero la tarde era otra cosa, de nuevo un montón de público pasaba por las JEHES.

Sobre las 20:30 llegó la parte más triste, a esa hora cerramos las salas de las exposiciones y tocaba recoger. Me partió el corazón tener que desmontar el diorama de Hoth. Pero todo no fué tristeza, también tuvimos el momento más friki de las JEHES cuando al son de la banda sonora de John Williams decidimos “animar” las naves del diorama de la trinchera de la Estrella de la Muerte, momento que inmortalizó el gran heegen.

Una vez recogí mis cosas. Ayudé en lo que pude a los demás, a la espera del transporte que me llevaría a mí y a mis LEGOs a casa. De nuevo el centro cívico era un hervidero de socios de aquí para allá recogiendo cosas. Y llegaron las despedidas con la satisfacción del trabajo bien hecho y del éxito de nuestras JEHES.

Estas fueron mis JEHES.

No quiero terminar sin agradecer a todo el mundo que ha colaborado en estas JEHES:

• En especial a Ray y Nrike sin dejar de lado al resto que colaborasteis aportando piezas a la expo de LEGOs.
• A Yebra Senior, por facilitarnos impresos todos los fondos y carteles de la expo de LEGOs.
• A Kiliran que estubo todo el sábado, sin quejarse, vigilando la expo de LEGOs y aguantandome a mí.
• A Yebra, Nalatac y Kuro por su excelente trabajo en la Escuela Jedi.
• A la junta directiva de HoloRed, en especial a Fernando, que ha trabajado como nunca y sin el cual estas JEHES no hubieran sido posibles.
• A todos y cada uno de los socios de HoloRed que se han esforzado para que todo estuviese a la altura.
• A troncha por pesao, ya te has salido con la tuya y he expuesto mis LEGOs, espero que estes contento.
• Y por último a mi mujer por aguantarme y soportarme en estos días.

Que la Fuerza os Acompañe a Todos. Nos vemos en las JEHES VII.