Relatos STAR WARS (VIII)

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Capítulo 8


Tweedo sacó el rifle blaster de la tela en donde la había envuelto provisionalmente, se tomó unos segundos para apuntar ya que las maniobras evasivas de Yokyr dificultaban un tiro certero. A pesar de este obstáculo, la primera descarga láser impacto de lleno en uno de los droides que salió disparado hacia atrás de su vehículo. La plataforma sin control chocó varias contra el suelo antes de permanecer inmóvil en el suelo.

 El otro droide de combate paso junto a los restos de  su compañero y de la plataforma en la que se encontraba unos segundos antes y continuó con la persecución. Finlamente el droides consiguió que su plataforma ganará suficiente distancia para utilizar los cañones blaster aunque sus ataques resultaban inefectivos a las ágiles maniobras que realizaba el piloto del deslizador impidiéndole fijar un blanco seguro.

Tweedo volvió a tomarse su tiempo y realizó un segundo disparo que impacto en el casco de la plataforma. El impacto debió traspasar el casco y alcanzar algún circuito interno pues el trasporte del droide empezó a echar humo por el orificio que había abierto la descarga láser y a perder velocidad poco a poco, aún así no era suficiente para ponerse fuera del alcance de sus cañones láser. El droide continuó con su ataque, siendo más preciso con cada disparo que realizaba. Tweedo respondió al fuego enemigo pero sin tener éxito. El droide empezó a ganar terreno de nuevo y se acercaba peligrosamente al deslizador pero tal vez ese fue un gran error por su parte. Tweedo aprovecho la poca distancia que los separaba de su perseguidor para realizar un nuevo disparo.

Droide de combate nº5: “¡Oh, oh!”.

La descarga láser atravesó el casco de la plataforma y exploto en pedazos mientras el droide se estrellaba y rebotaba contra el suelo antes de permanecer inmóvil sobre el mientras el deslizador en el que viajaba el grupo se perdía en la distancia.

El grupo se dirigió a las afueras de la ciudad para dirigirse a su próximo destino: el escondite de Saat Moo. Unas horas después divisaron una cortina extensa cortina de humo que elevaba en el cielo seguramente a causa de algún incendio. En el rostro de Heck se podía ver una expresión de terror cuando divisaron la cortina de humo.

Heck: “¡Oh no!. Ese humo proviene de la misma zona donde se encuentra el taller donde mi señor se esconde!”.

El resto de los miembros del grupo comprendieron enseguida lo que debía estar pasando: alguien había llegado hasta Saat Moo antes que ellos.

Kristan: “¡Debemos apresuranos Yokyr!”.

Yokyr: “Si, mi lord!. ¡Agarraos todos bién!”.

Yokyr manipulo rápidamente varios mecanismos del deslizador y en cuestión de unos segundos el pesado transporte avanzaba a la máxima velocidad que le era posible alcanzar.

El deslizador tardó poco tiempo en llegar hasta su objetivo pero tal como temían habían llegado tarde. Lo que había sido un pequeño un modesto taller había quedado reducido a un montón de escombros y chatarra. Antes de que Yokyr detuviera el vehículo, Heck se levanto de su asiento de forma precipitada y se lanzó fuera del vehículo sufriendo una brusca caída. Si el criado neimoidiano sufrió algún daño, no dio muestra de ello pues inmediatamente se puso en pie y corrió velozmente hacia lo que quedaba del interior del taller mientras gritaba el nombre de su señor con toda la fuerza que sus pulmones permitían a pesar del intenso humo.

Heck: “¡Lord Moo!. ¡Mi Lord!”.

El resto del grupo se apresuró a seguir a Heck una vez se detuvo el deslizador. El panorama era desolador. Grandes escombros del piso superior que había servido de residencia a los trabajadores del taller se encontraban por todas parte en el suelo muchos de ellos entre un montón de chatarra acumulado cerca de una amplia entrada que debía tratarse de la entrada principal del taller por la cuál Heck se había introducido al interior. Yokyr decidió permanecer en el exterior para vigilar su vehículo y ante la posible aparición de droides de combate u alguna otra amenaza.

Al entrar en el interior la imagen era atroz, varios vehículos del interior estaban destrozados y algunos aún ardían y el suelo estaba cubierto de diversas piezas, herramientas y lo que era peor, cuerpos de jawas por todas partes.

Kristan: “Es espantoso”.

Sora: “Vamos, comprobemos si hay algún superviviente”.

Tweedo: “¿No deberíamos buscar a Heck?”.

Kristan: “Tweedo tiene razón. Ray´n Bow y tu comprobad si aún hay alguien con vida. Tweedo y yo buscaremos a Heck y a lord Moo”.

Sora y Ray´n Bow: “De acuerdo”.

Kristan: “Vamos por aquí”.

Tweedo: “Si mi lord”.

Sora y Ray´n Bow comenzaron rápidamente a examinar los cadáveres de los jawas uno por uno mientras Kristan y Tweedo se internaban aún más en el interior del taller en busca de su compañero Heck y de su señor Saat Moo, la razón que los había llegado a este lugar. Mientras en el exterior Yokyr vigilaba el lugar cómodamente desde el interior del deslizador sin percatarse que cerca de donde se encontraba, una oscura figura lo observaba desde un edificio cercano mientras utilizaba un comunicador.

? ? ? ?: “Los tipos que buscan están aquí”. “¿Qué quieren que haga?”.

Sargento droide: “Continue vigilándoles e infórmenos cuando abandonen el lugar”.

? ? ? ?: “Entendido”.

Comentarios

Excelente trabajo, cuando

Excelente trabajo, cuando acaben podrias unirlos todos y asi ponerlo de dominio de Holored para que sea un libro a recomendar

Bueno ya veremos. Que

Gracias. Thumb Up

Bueno ya veremos. Que bastante tiempo (por no decir demasiado Tongue ) me estoy tomando para este relato y aún tengo que escribir los relatos de las 4 partidas del 2º grupo… lol . Que con esta calor no estoy inspirado que digamos. Sad